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miércoles, 10 de julio de 2013

3° Corre, corre que te atrapo

Narra ¿¿??

No podía soportar un segundo mas, el simple hecho de verles juntos me molesta, me irrita y asquea. Era realmente insoportable verles tan juntos, se que suena estúpido, pero no me cuadra nada, no me cae, no me gusta.

¿Quien se creía que era? ¿Con que derecho venia esa niñata a robarme lo que era mío?

Es algo normal, los celos se presentan mucho en cuanto veo a una chica intentar tocarlo, coquetear o insinuando algo junto a él. Se presenta constantemente, pero cuando "ella" es la causa de estos celos, la furia y odio invade mi ser, obligando y advirtiendo a mis sentidos.
Es suficiente, no soportare mas de esto, no tengo porque hacerlo, él es mío; me pertenece.

- ¿S-Sonic? -

¿¿??: Sonic es mío *Exclame con molestia, posicionándome frente ambos*

Sus miradas confundidas me inspeccionaron, dejando que la menor de los dos, soltara un jadeo de sorpresa y temor al mirarme. Apartando rápidamente la mirada, manteniendo la cabeza gacha.

¿¿??: Rose *Escupí agriamente su apellido, divirtiéndome internamente ante sus hombros temblar*
Amy: S-Sally... ¿Q-Qué haces aquí?

Su pregunta me resulto estúpida, no entiendo a que venía tal cosa, ella bien debería saber que hacia frente ellos.

Sin contenerme más, la tome del cuello de su vestido, obligándola a levantarse, dejando a un lado al erizo de pelaje azul y mirarla desafiante, con ira y frustración acumulada. Era incapaz de ocultar mis acciones y sentimientos, no la soportaba. Todo en ella me repugna, su inocencia, su felicidad por pequeñas y estúpidas cosas, la forma en que sus ojos brillan, sus sueños e ilusiones.
Quiero romper cada una de esas cosas, quebrarla y hacerla entender que ella no merece nada bueno.

Sally: Quiero que te alejes de mi novio.
Amy: ¿N-Novio?... *Murmuro con la mirada cristalizada*
Sally: El no necesita a una loquita persiguiéndolo *Declare sin delicadeza alguna, apretando los dientes con rabia, esperando con ansias el ver esas lagrimas adornando su rostro melancólico* Así que ve dejándolo en paz, porque él es mío. No te creas que solo porque te salva, eres alguien importante en su vida.




Su rostro se mostraba dolido, destrozado y traicionado, clara muestra de que le dolía cada palabra que salía de mis labios. Sabía que poco a poco, se quebraba por dentro, siendo inundada por miles de sentimientos agrios y negativos, quemando todas sus esperanzas.

Amy: Y-Yo... *Tartamudeo, callando por unos segundos para volver su mirada al suelo* ¡Por mi quédatelo!

Elevo el rostro, dejándome ver aquella mirada decidida y prepotente. No mentiré, quede realmente sorprendida por eso, no creí que tendría esta reacción; estaba mal, todo está mal.
¡Ella debería estar llorando y jadeando de dolor!

Amy: Me importa poco que sea tuyo, que tengan una relación o algo por estilo *Logrando zafarse de mi agarre, dando un paso al frente para picotear mi pecho* Deja de actuar tan inmaduramente, eres una princesa, compórtate como tal y no como una basura.

Mi boca se abrió ligeramente ante la impresión e incredulidad, nadie me hablaba de tal forma, era una princesa, una persona que merecía respeto; debía ser admirada y amada, no humillada y tratada como una simple plebeya.

Esta eriza, ya esta sobrepasando mis límites de paciencia.

Sally: ¿¡Pero quien te crees!? *Grite con histeria al verla dar media vuelta e irse* ¡Te estoy hablando, estúpida Rose!

Fui ignorada olímpicamente, dejada de lado como si de un trapo se tratase. Las cosas están mal, no debe ser así, esa eriza no debía enfrentarme, debía sufrir, llorar y mendigarle a mi novio por amor. Quizás es absurdo, idiota e infantil mi comportamiento, pero las cosas son de esa manera, siempre han sido de ese modo, jamás se puede cambiar tan rápido de actitud, este tipo de juegos se terminan cuando el débil renuncia, siendo completamente cobarde. Eso era Amy Rose para mi, una cobarde, que deja todo a la mitad cuando las cosas se dificultan.

Sin querer perder más tiempo en ese lugar, tome el brazo del erizo, obligándolo a caminar, siendo totalmente ignorante de como se encontraba o sus facciones faciales ante aquella escena tan desagradable que me hizo pasar la rosada.

"Sonic": ¿A dónde crees que me llevas? *Interrogo con un tono frívolo*
Sally: Lejos de esa eriza molesta *Apretando los dientes con molestia* Te he dicho que no te quiero cerca de...

Mis palabras fueron calladas al sentir un tirón en mi brazo, logrando que mis pasos fueran torpes y retrocediera, quedando frente a frente con Sonic. Mi labio inferior tembló al poder apreciarlo mejor, sus orbes verdes ahora eran como dos gemas rubís y sus mejillas eran cubiertas por un líquido carmín, al mismo tiempo que una sonrisa divertida se formaba en sus labios, dejando al descubierto unos colmillos.

Sally: ¿A-Amor? *Estaba temerosa, apenas y pude articular palabra*
"Sonic": Escúchame ardilla *Comenzó de manera arrogante* No me importa quién seas, pero si no me sueltas ahora mismo, te prometo que ese brazo tuyo sera desprendido sin cuidado alguno de tu cuerpo.
Sally: ¿D-De que estás hablando Sonic? Déjate de bromear, no es divertido *Murmure entre dientes, frotando el pelaje de mi brazo derecho al ser empujado de manera brusca por su parte*
"Sonic": Espera... *Soltó una risa oscura* ¿Tú crees que soy el inútil de Sonic?
Sally: ...
"Sonic": Oh, pero que divertido, se nota que no sabes diferenciar a tu novio de otro *Exclamo, pasando su mano por mi mejilla* Dime, ¿quién es Khan? ¿El amante con el que te revuelcas cada noche?

Me tense al escuchar el nombre de Khan siendo pronunciado de sus labios, no de forma molesta ni reprochadora, sino más bien, divertida. Nadie aparte de Bonnie sabia de él, jamás he dejado en claro si éramos algo o no, era un chico divertido, pero solo buscaba pasión, nada romántico. Ademas, nunca dejaba pista alguna de engañar a Sonic, he sido precavida y ahora...

Sally: ¿Como sabes de Khan? *Pronuncie con el ceño fruncido*
"Sonic": Porque yo no soy el ingenuo de Sonic, yo soy aquel que sabe todo, cada cosa que pasa por la mente de alguien, sus miedos, traiciones y temores. Porque Sally, yo soy dios.
Sally: Eso no tiene sentido.

El solo cambio su expresión divertida a una seria, dando un paso al frente, mandándome un escalofrío. Levanto sin pudor alguno su mano, dejándome ver unas garras y antes de poder decir algo mas, solo alcance a ver su silueta irse, sin antes escuchar un murmuro en el aire.

- Mi nombre es Sonic exe -

La oscuridad me dio la bienvenida en esos momentos.

~~*~~*~~*~~

Narra Sonic exe

¿Amor? Eso no existe, es una simple pérdida de tiempo, un sentimiento que te atrapa para luego romperte, doblegarte y que las personas se aprovechen de ti, de tu debilidad y tus falsas esperanzas de ser amado, correspondido o querido por alguien. Un truco que te hará sufrir de la manera más cruel posible.

Esa chica, no ama, solo esta cegada por el deseo de probar el placer, aquel éxtasis de pura lujuria, llegar a un punto en el cual perderse completamente hasta quedar totalmente satisfecha. Su "noviazgo" con el "héroe", una fachada, una ilusión de pura hipocresía.

Aquellas palabras que soltó la ardilla frente a la pequeña eriza, me dejaron pensativo, curioso. ¿Cómo era posible que la enfrentara? Se notaba que quería llorar, su cuerpo temblaba por el llanto reprimido, todo en sus acciones sumisas me daba a entender que se rompería en cualquier momento, dejándole una satisfacción a la de orbes azules. En cambio, dio la cara, expreso como se sentía, que le resultaba igual lo que pasaran entre Sonic y ella. Enfrento a su agresor por más miedo, tristeza y temor tuviera.

Es raro, porque si hubiera sido alguien más, me daría lo mismo, pero esa eriza... era diferente, tenía algo que me resultaba extraño. No era normal, no tenía ni una pisca de maldad, engaño...
No estaba corrompida.

- Tonta ardilla... -

Levante la mirada, encontrándome con la chica, quien en un pequeño ataque de molestia y tristeza, pateaba sin mucho ánimo unas cuantas piedras. Sus orbes esmeraldas se ocultaban tras ese flequillo rosado, quizás intentando no llorar, porque a pesar de mostrarse fuerte, por dentro es frágil.

Sonic exe: ¡Hey! *La llame, logrando que se tensara, deteniendo sus pasos*
Amy: ... ¿Qué quieres Sonic?
Sonic exe: Eres agresiva, raro, ya que tienes un aura de sumisión *Camine a donde ella, quedando a pocos centímetros de su cuerpo*
Amy: *Frunciendo el ceño* Vete a molestar a tu novia.

Una sonora carcajada salió desde mi garganta, haciendo que ella profundizara aquel semblante de notoria molestia e irritación, cruzándose de brazos, dejando en claro que para ella esto no era un tipo de broma, para mí tampoco lo era, pero era divertido el saber que sin esfuerzo, podía ser ese idiota de Sonic. Supongo que si nos llegamos a parecer bastante.

Sonic exe: ¿Quieres jugar conmigo? *Pregunte sorpresivamente, dejándola confundida por el rumbo que tomaba la conversación* ¿Quieres jugar conmigo, pequeña?
Amy: No... *Suspira con exasperación* Sonic, es tarde, tengo que irm-

Me puse frente a ella, impidiéndole el paso, no entiendo porque, pero no quería que se fuera, tengo la inexplicable sensación de quererla aquí mismo; conmigo.

Sonic exe: Juega conmigo.

No era una sugerencia, era una orden, un mandato a que lo hiciera, ella tenía que estar aquí y jugar. Quiero saber si esa aura llena de inocencia y bondad son reales, no una simple mascara que oculta su verdadero ser, ella no podía ser tan pura. Después de todo, nadie lo es.

Amy: He dicho que n- *Frenando sus propias palabras, mirándome atentamente con esos brillantes ojos esmeraldas* ¡S-Sonic! ¿¡Q-Qué te ha pasado!?

El pánico de su voz me dejo extrañado e incomodo, siendo ignorante de la poca distancia que se produjo entre nosotros y con sus manos desnudas, tomo mis mejillas entre ellas, trayendo consigo una agradable calidez y cosquilleo. Con sus pulgares froto la parte inferior de mis ojos, manchándolos de carmín en el proceso.

Sonic exe: Déjalo *Pose mis manos sobre las suyas, separándolas un poco de mi rostro* La sangre no se irá por más que frotes *Hice un ademan con la mano, restándole importancia al asunto*

¿Por qué me miras de esa manera? ¿Cuál es el objetivo de preocuparte? ¿Qué logras haciéndolo?
Es raro, absurdo, estúpido, tonto; te preocupas por alguien de quien deberías temer, tendrías que huir ante lo que tienes frente, tendrías que darte cuenta del mal que te causare con tan solo verme directamente a los ojos.

Amy: Sonic...

Narra Amy

Su mirada es diferente, aquella esencia característica de él es diferente, inusual, incomprendida para mi, una totalmente desconocía. Es como si pueda ver mi alma, mis sentimientos e inseguridades. Como si con solo apreciar a alguien con la mirada, pudiera juzgar o dar un expediente completo de alguien, sin siquiera saltarse un detalle.

No comprendo, no debería importarme, pero aquí estoy, preocupada por alguien que ni me reconoce, bien dicen que las cosas son difíciles de cambiar y una de esas cosas es mi amor por él, a pesar de que prometí no buscarlo, no molestarlo... cuando me decidí a olvidar; aparece de nuevo.

"Sonic": Jugaremos  mi juego favorito, las escondidas.

Este cambio de actitud, esa sonrisa tan ladina y tenebrosa, son cosas que no recuerdo, sé que no son usuales en Sonic, jamás ha sido el tipo de chico que muestre esas expresiones tan filosas, con intenciones de lastimar o querer advertir. ¿Qué tanto puede cambiar alguien en tan solo unas semanas?

Amy: *Suspire con resignación* Bien... *Murmure casi audible, girándome un poco para ver mi alrededor*

¡E-Espera! ¿¡En qué momento el paisaje cambio tan drásticamente!? ¿P-Por qué hay tanto fuego y oscuridad? No, esto no es normal, es todo menos normal, es absurdo, solo hace unos momentos estábamos en un lindo prado y ahora...

"Sonic": ¿Te gusta? *Escuche su voz divertida tras mío, pasando una de sus manos por mi hombro* Si vamos a jugar, será a mi manera y con mis reglas, después de todo, yo elegí el juego.
Amy: T-Tengo dos preguntas...
"Sonic": ¿Cuáles?
Amy: Primero, ¿¡cómo es que el lugar cambio así como así!? *Grite, agitando con nerviosismo mis brazos* Segundo, ¿¡donde se supone que me esconda sino hay más que la nada!?

El solo ladeo la cabeza, distorsionando su cínica sonrisa al ver mis expresiones y acciones nerviosas, dejando que esos orbes ahora carmines brillaran de forma rara. Giro un poco el rostro, analizando mis palabras con cuidado y un poco de burla. ¿¡Se estaba burlando de algo tan simple!? ¿¡Como espera que juegue a las escondidas, si no hay piedras, arbustos, arboles o algo mas allá de oscuridad y llamas!? 

"Sonic": Buen punto *Pronuncio con un deje de molestia al saber que tenía razón* Tal vez, en la lejanía se encuentre un lugar con muchos objetos en los cuales esconderte.
Amy: ¿Es enserio? 
"Sonic": Te daré una pequeña ventaja, así tendrás más tiempo para encontrarlo *Incito, palmeando mi espalda, obligándome a dar unos pasos al frente* 

Estúpido, arrogante y confiado son las palabras que describen muy bien su actitud en estos momentos, el tan solo darme ventaja por algo que es imposible es una burla de mal gusto, un pésimo chiste; el realmente me quiere desquiciar. 

Amy: Tsk... Estúpido.
"Sonic": Que empiece el juego...

Mi pequeña rosa

Un par de escalofríos recorrieron mi espalda, el tono que utiliza es tan extraño. 
¿Cuál es el significado oculto de ello? ¿Cómo se escuchaba aquel apodo saliendo de sus labios? ¿Bien? ¿Mal? ¿Cuál es el motivo?

Entonces el temor me domina, me atrapa como el gato al ratón, envolviéndome en una manta de desesperación, gélida y estresante. No lo sé, en verdad no recuerdo haber empezado a correr, más bien a huir de algo inexistente, pero no puedo parar, al contrario, el miedo me exige, advierte que no pare, que algo va tras mío, que huya, que me esconda. La tentación de darme la vuelta y encarar lo que sea, era algo tentador, sin embargo no era capaz de hacerlo.

Voy tras tuyo 

Mi corazón latió cada vez más rápido, la adrenalina aumentaba con cada segundo que pasaba, el viento jugaba con mi pelaje, chocando contra mis frías mejillas y dejándome sin aliento. 
Que poco sabía que mis planes de esconderme serian solo falsas esperanzas que eran sopladas sin cuidado alguno, dejando en su lugar simple polvo. No importa cuánto corriera, no había nada más allá de la oscuridad y las llamas.

Continuara...

domingo, 9 de junio de 2013

2° Un encuentro...

Narra Sonic

El día era efecto para correr, sentir el viento contra tu piel y pelaje, disfrutar de la libertad que se te brinda al no tener límites de a dónde ir. Si, realmente era un buen día para pasarla bien, sin preocupaciones o ataques, pero aun sabiendo esto, la incomodidad sigue presente en mi pecho, indicándome que algo está mal, que falta algo importante en un día como este.

No estoy muy seguro del porque, no recuerdo haber dejado pendientes o algo por el estilo, me molesta un poco el ser incapaz de saber la fuente de mi incomodidad. Ha sido de esta manera desde hace unas semanas.

Sonic: Es frustrante *Declare para mí mismo, llevando una de mis manos hasta mi sien* (Mente: Tal vez no sea nada, quizás solo sean ideas mías y todo este realmente bien, podría suponer que es el exceso de trabajo, problemas y conquistas fallidas por parte de Eggman).

Mis pensamientos fueron interrumpidos de forma brusca al sentir el frío en mi cara, seguido de un pequeño dolor punzante, obligándome a llevar ambas manos hasta ella, frotándola con la intención de disminuir aquellas punzadas molestas. Al terminar, mire al frente encontrándome con el causante de dicho dolor: la puerta de Tails.

Debo estar realmente distraído para no haberme dado cuenta que corrí en esta dirección y chocar contra la puerta de metal. Bueno, no tenía nada más que hacer, creo que estaría bien hablar un poco con él y ver si puede darme una solución para estos sentimientos extraños. Además, puede que me entere de lo que ha pasado en mi ausencia.

Toque un par de veces, sintiéndome ansioso de que abriera, al no recibir respuesta del otro lado, volví a repetir la acción, para mi alivio logre escuchar un par de pasos acercarse, indicándome que el pequeño zorrito venia a abrir. Al momento en que la puerta se abrió, fui recibido por el menor con una sonrisa en rostro, no pude evitar devolvérsela.

Sonic: ¡Hey brother!
Tails: Hola Sonic *Me saludo, haciéndose a un lado, indicándome que entrara, lo cual no dude en hacer* ¿Que te trae por aquí?

Aquella pregunta me dejo extrañado, lo mire por unos momentos, notando que aquella sonrisa que mantenía era totalmente falsa, sus ojos azules desprendían tristeza y estaban un poco opacos, indicándome que algo malo estaba sucediendo. Sea lo que sea que pasaba, era realmente malo, pues nunca lo había visto de esta manera, se miraba tan cansado, exhausto y estresado.

Sonic: ¿Paso algo malo?
Tails: ... Sonic, acompáñame a la sala.

Sin decir nada le seguí, entrando tras él a la amplia sala de estar, encontrándome con una pequeña coneja sentada en el sofá, llorando desconsoladamente, abrazándose a sí misma, en busca de algún tipo de alivio. A su lado se poso Tails, acariciando con tranquilidad y dulzura su espalda, con la intención de calmar su sufrimiento, junto con el pequeño chao azul que volaba alrededor de ella.

Sonic: ¿Cream? ¿Qué pasa? *Me acerque preocupado, levantando mi mano para tocar su hombro, pero ella solo se retiro, rechazando mi contacto* ¿Cream?

Un llanto más fuerte salió de sus labios, levantándose con rapidez, mirándome con esos orbes achocolatados, inundados en lágrimas. Pero había más allá de eso, su mirada reflejaba tantas emociones; tristeza, ira, frustración, desaprobación, decepción.

Cream: ¡Todo es su culpa! ¡Señor Sonic... es un estúpido!

Grito aquello con furia, para luego salir corriendo, siendo seguía por el pequeño chao. Me tense al instante, nunca pensé mirarla de esa manera; gritándome de tal forma con una postura defensiva, reprimiéndome por algo, diciéndome de tal manera.
Las cosas estaban realmente mal.

Tails: No creí que estaría tan afectada *Murmuro*
Sonic: ¿Q-Que acaba de pasar? ¿Por qué actuó de tal manera?
Tails: Creo que sabes muy bien el porqué *Recrimino con un deje de reproche y molestia*
Sonic: Yo... realmente no se que hice *Me excuse, apenado por ser el único que no estaba enterado de nada*

Un suspiro salió de sus labios, seguido de un semblante más relajado, movió la mano con desde, indicándome que me sentara en el sofá.

Tails: Sonic desde hace semanas que no apareces, Cream ha estado de esa manera desde que tu ausencia se hizo presente, porque... Amy ha desaparecido. Exactamente el mismo día que tú llegaste molesto a mi taller.

El mundo parecía venirse encima mío, un escalofrió recorrió toda mi columna, empecé a sentirme sin habla y aire. Amy... ¿Desaparecida?

Mi pecho se oprimió ante ese pensamiento, realmente se sentía como una horrible quemada, mis manos temblaron con rudeza, la garganta la sentía seca, mi mente iba a mil por segundo, intentando procesar con determinamiento lo dicho por el menor.

La sensación de vació se hizo más fuerte.

Amy Rose era la causa de estos sentimientos tan extraños, estos sentimiento de vació y desolación, aquellos torturosos momentos de frustración de sentir que algo faltaba.

Me hacía falta Amy.

~~*~~*~~*~~

Narra ¿¿??

La oscuridad, el llanto y gritos de sufrimiento resuenan e inundan cada parte de este lugar, el olor a hierro quemado impregna en todas partes, trayendo con sigo la necesidad de probar la sustancia que lo desprende. El deslumbrante calor incita a acercarte, calentando cada parte de tu ser para luego destruirte lentamente, acabando con la delicada piel de los desafortunados, obligándolos a huir por sus vidas, con la intención de acabar con aquel gratificante ardor.

La sangre cubre la mayor parte de mi guante blanco, mi lengua degustaba de ella, pasándola por mis finas garras, soltando un ronroneo de placer puro al sentir el pecado recorrer mi cuerpo, al ser marcado por aquello que llaman asesino.

- Dios, por favor - 

Suplicar es lo único que estos desdichados pueden hacer, mirándome con miedo, horror y temor, incapaces de aceptar el destino que les doy. Suplicando a un dios benevolente que ni siquiera existe en este mundo.

¿¿??: ¿Dios? *Suelto una risa burlesca* Pequeña perra, yo soy dios.

Cortar su garganta es lo único que hago después de decir eso, dejándola hundir en una muerte lenta, pasando mis manos por su cuerpo desnudo, aprovechándome sin vergüenza alguna de ella, usando su cuerpo para uno sola cosa; darme placer y luego ser un simple cascaron vació.
Las personas de este lugar solo sirven para eso, cumplir mis caprichos, resignarse a morir y dejarme disfrutar de sus miedos.

Sin embargo, el lugar empieza a ser aburrido, matar y crear es algo de lo más común, un simple pasatiempo que con el tiempo va a segundo plano, últimamente las perras no me satisfacen como antes, sus caras temerosas, no son nada gratificantes.
¿Qué si he querido a ir otro lugar? Obviamente, he pensando en ir al mundo de esa copia barata: Sonic The Hedgehog. Si, ese estúpido héroe, lleno de bondad y cosas buenas.

¡Diag! El solo pensar en sus actos buenos, me da asco, tiene un mundo lleno de personas, un mundo por el cual todo demonio sueña para matar y corromper. Gran desperdicio.

¿¿??: Me pregunto... *Relamí mis labios, quitando todo rastro del liquido carmín* ¿Mobius estará lleno de chicas buenas o malas?

Antes de poder seguir con mis pensamientos, una resplandeciente luz se hizo presente frente a mí, abarcando gran parte de mi territorio oscuro. Gruñí de manera molesta, la luz no está permitida en este lugar, sin pensar mucho corrí a donde ella, dispuesto a matar al causante. Estaba tan cerca, era molesta, irritante y muy resplandeciente.

No vi nada después de llegar a ella. 

~~*~~*~~*~~

Narrador 

Cierta eriza de pelaje rosado y orbes verdes, admiraba con total determinación el cielo, recostada plácidamente sobre un prado lleno de flores, dejando que sus pensamientos fueran vagando dentro de su mente, trayendo consigo miles de momentos, algunos buenos y otros malos, pero a final de cuentas, no sentía tanta presión en el pecho como antes, al contrario; una inexplicable tranquilidad vino a ella, obligándola a cerrar los ojos por unos momentos, perdiéndose entre los cantos de los pájaros y el sonido del viento.

¡Ojala te mueras!

Sus ojos se abrieron de golpe, al mismo tiempo que se incorporaba, apretando la hierba entre sus manos, mirando a un punto alejado de aquel lugar, mordiendo con frustración su labio inferior.
Llevo ambas rodillas cerca de su pecho, dejando de lado la hierba para abrazarlas con fuerza, ocultando de manera patética su rostro afligido.

Amy: ¿Por qué... duele tanto recordar aquellas palabras? Se supone que no debería, sin embargo, es como si me apuñalaran...

Un terrible estruendo fue lo que la saco de su estado actual, logrando que girara la cabeza, mirando confundida un destello lejano, destello que parecía atraerla porque sin poder evitarlo, se levanto y corrió a aquella dirección, guiada por la curiosidad.

~~*~~*~~*~~

Recostado en el pasto se encontraba un erizo de pelaje azulado, cubierto de polvo y liquido carmín. Su boca se transformo en una mueca de desagrado al momento en que inclino la cabeza, notando el paisaje brillante y lleno de vida. No pudo reprimir sus insultos y gruñidos, le parecía totalmente asqueroso, repugnante y asfixiante el lugar en el que se encontraba. Sin dudar o pensarlo, desapareció de ese lugar, dejando tras suyo una estela azul.

Su rostro frustrado se transformo a uno furioso, pues no había contado con el hecho de chocar con alguien y rodar por el suelo junto a esa persona. Se sintió mareado por unos instantes, sus ojos estaban cerrados debido al impacto, estaba dispuesto a matar a aquel que lo hizo caer tan ridículamente.

Abrió sus ojos, quedando atónito ante el verde esmeralda que se presentaba ante el, sintiendo su cuerpo sucumbir y un escalofrió recorrer su columna.

El contrario, una eriza de pelaje rosa, se quedo en las mismas condiciones, incapaz de apartarse o desviar el rostro.
El erizo recorrió cada parte de su cuerpo con la mirada, hasta quedar cara a cara, con los rostros demasiado cerca, sintiendo sus respiraciones irregulares y mejillas arder.

Ambos erizos se miraron fijamente, perdiéndose en los ojos del otro, quedando totalmente hipnotizados, en aquel momento no se habían dado cuenta que sus corazones se entrelazaban sin permiso alguno. Trazando un inexplicable sentimiento. 


Continuara...

sábado, 11 de mayo de 2013

1° ¿Por qué sigo amándolo?

Narrador

Una eriza de pelaje rosa caminaba tranquilamente por el parque, observando con sus grandes y brillantes orbes esmeraldas los arboles que rodeaban su alrededor, siendo acompañados por un hermoso azul claro por parte del cielo. Sus pensamientos eran ocupados por las imágenes de sus compañeros y amigos, recordando los buenos tiempos que ha pasado en cuanto los conoció. 

Un pintoresco carmín adorno sus mejillas al momento que la imagen de un erizo se hizo presente, haciéndola soltar un suspiro feliz ante el recuerdo de su gran amor. Aquel chico de púas azuladas, mirada verdosa y sonrisa deslumbrante, un chico que lucha por el bien y protección de los demás sin importar los peligros que se presenten. 

Amy: Sonic.

Su corazón palpito con fuerza, el solo pronunciar su nombre lograba traerle una inexplicable felicidad, armonía y paz. No solo creía que era un héroe, sino también una gran persona, llena de humildad, claro, tenía sus defectos pero eso no quitaba el hecho que aun con ellos, sintiera que era perfecto; amaba todo de él, sus risas burlonas, su impaciencia, sus comentarios sarcásticos, el cómo era libre, la forma en que se ponía serio cuando la situación lo meritaba y sobre todo, el gran cariño que mostraba hacia sus amigos.  

Amy: Lo amo tant-

Su voz fue cortada y solo alcanzo a soltar un grito de sorpresa al momento en que fue elevada del suelo, un punzante dolor se presento en su cintura, dándole a entender que era apretada por metal que desprendía un poco de calor. Sus orbes se centraron en aquellas pinzas metálicas que la sostenían, obligándola a soltar un gruñido casi audible de dolor. 

¿¿??: Pero miren que sorpresa, es Amy Rose. 

Levanto la mirada, encontrándose con un hombre robusto, de facciones tan parecidas a un huevo, con un largo y mal cuidado bigote, acompañado de una sonrisa de oreja a oreja. Dándole a conocer que estaba divertido con el tan solo hecho de haberla atrapado desprevenida. 

Amy: Eggman *Nombro al mencionado de manera molesta, frunciendo levemente el ceño* ¿Qué quieres? 
Eggman: Oh nada diferente a lo de siempre *Canturreo* ¡Solo quiero destruir a esa rata azul y tú me ayudaras a hacerlo!
Amy: Como si eso fuera posible.

Gruño con impotencia, intentando inútilmente de zafarse del agarre, el cual aplico más fuerza, dejándola sin aliento, obligándola a soltar un grito de dolor. Eggman quien solo sonrió más ampliamente, le importo poco lo que le pasara a la eriza, disfrutando de los gritos que desprendía desde su garganta, seguro de sí mismo y de su plan. 

Miro con total maravilla el botón rojizo que estaba a tan solo centímetros de su mano, pidiendo en silencio ser utilizado y con determinación levanto la mano, dirigiendo una mirada rápida a la de pelaje rosa.

Eggman: ¡Desde ahora, tú me ayudaras en eliminar a ese erizo! 

Bajo con entusiasmo la mano pero su felicidad cayó al suelo, notando como una estela azul pasaba a su lado, seguida de humo que nublo su vista, escuchando solamente un estruendo. Grito con rabia al momento en que el humo se esfumo, presenciando como su robot era ahora pedazos de metal, adornando por completo el suelo y un poco de pasto. 

Eggman: ¡No! ¡Mi robot, mi maquina! *Llevo ambas manos a su cabeza* ¡Mi perfecto plan se ha arruinado! 
Miro con odio puro a la eriza que estaba a solo un metro de distancia, siendo sostenida en brazos por un erizo de pelaje azul, quien le miraba seriamente, dejándole en claro que se largara, pues no le negaría una paliza si intentaba algo más. Sin hacer más que señas molestas, se fue, maldiciendo con pudor al entrometido erizo. 

Amy: Sonic *Murmuro feliz al momento en que el erizo la dejo con cuidado en el suelo* ¡Gracias! 

Le abrazo con cariño, besando animadamente sus mejillas, a pesar de que su cuerpo aun estaba adolorido por lo ocurrido, quería demostrarle al mayor lo feliz que estaba por haberla salvado, demostrarle que apreciaba su ayuda, demostrar su amor. 

Sonic: ¡Amy, suéltame! 
Amy: Pero Sonic... 
Sonic: ¡Que me sueltes! 

Su sonrisa se estrello contra el suelo, notando ese tono tan molesto y la ira reflejada por parte del erizo, sintiendo un estrujamiento en lo más profundo de su pecho y sin previo aviso... fue empujada con rudeza, logrando que cayera al suelo.

Sonic: ¡Maldita sea! ¿¡No puedes estar aunque sea un día sin meterte en problemas!?
Amy: Y-Yo... *Sus ojos empezaron a arder por las lagrimas que acumulaba en ellos* S-Sonikku...
Sonic: ¡Deja de llamarme así! ¡Deja de pensar que te amo! ¿¡Acaso no puede entrar eso en tu cabeza!?

Tristeza, dolor, apuñaladas en su corazón era lo que sentía en esos momentos, las palabras que soltaba aquel que ama, le dolían más que el propio dolor físico de su cuerpo. No podía aguantar esas agrias lagrimas, que rodaban por sus mejillas, todo estaba mal, nada tenía sentido, no entendía el porqué de tanto odio a su persona. 

Sonic: ¡Ojala te mueras! *Con ese último dicho, se fue, dejando tras suyo una estela y con ella, una chica destrozada*

Se levanto, aun con las lagrimas adornando su pálido rostro, dio media vuelta, ahogándose sus lamentos y gritos de dolor interno, caminando lo más rápido que podía a donde su hogar, manteniendo en todo el trayecto la mirada baja, negándose a que alguien notara su tristeza.

No tardo mucho en llegar a su casa, con lentitud subió las escaleras, yendo directamente a su habitación, la cual le dio una oscura bienvenida, sin más se tiro a la cama, abrazando la almohada con fuerza, hundiendo su rostro en ella para soltar a llorar con total libertad. 

Sollozo con pena, grito con llantos y lamentos, hasta el punto de caer totalmente dormida.

Narra Amy

Abrí lentamente los ojos, mirando solamente la oscuridad que inundaba mi habitación, me levante con cansancio, caminando con pasos lentos al cuarto de baño que tenia, frote mi cara con mi mano libre, mientras la otra buscaba el interruptor de luz. No tarde mucho en encontrar el aparato y ser iluminada, encontrándome con la escena más patética frente al espejo. 

Mis ojos estaban totalmente rojos con ojeras oscuras bajo ellos, mi cabello estaba despeinado, yendo en todas las direcciones posibles. Tenía leves raspones en mis brazos y piernas, además de marcas de lágrimas en mis mejillas. Estaba hecha un desastre.

No sé cuánto tiempo quede mirándome a mí misma, notando cada uno de mis defectos, negué levemente con la cabeza, estirando mi mano para girar la llave de la ducha. Necesitaba un baño urgentemente. Me quite el vestido rojo, botas y diadema, tirando estas ropas a la basura, pues estaban rotas y más que sucias, así que ya no servía de nada lavarlas o conservarlas.

Acto seguido entre a la ducha, dejando que el agua limpiara todo rastro de suciedad y sangre seca, quedándome totalmente inmóvil, con la frente pegada al azulejo, sintiendo la humedad por mis mejillas, seguido de un suave sollozo.

¡Ojala te mueras! 

Amy: ¿Morir? *Susurre con un hilo de voz* ¿Por qué Sonic...? 

Sé que no soy la mejor persona, sé que no soy la mejor en mostrar mis sentimientos pero eso no significa que sea tan horrible, ¿verdad? 

Solo quería... quería demostrarle mi amor de una forma, quería que me aceptara... ¿Es tan malo eso? 

Mis pensamientos fueron interrumpidos al sentir como el agua empezaba a enfriarse, dándome a entender que era hora de salir, tome una toalla del estante y seque mi cuerpo para luego envolverme en ella, caminando a mi habitación. Donde me dispuse a ponerme un short corto de color lavanda junto con camisa de manga larga negra, sentándome al borde de la cama, tirando la toalla usada donde una silla. 

Amy: ¿Por qué sigo amándolo? 

Sé muy bien que mi pregunta no será respondida, pero en verdad no entiendo, he sido ignorada, rechazada e incluso humillada, todo por seguir amándolo, declarando mis sentimientos día a día, con la esperanza de al menos recibir una miga de su amor. 

 ¡Deja de pensar que te amo!

Una sonrisa amarga se poso en mis labios, con el repetitivo recuerdo de esta tarde, me dejo muy en claro sus sentimientos, no me aprecia ni siquiera como amiga, porque si así fuera, no hubiera dicho esas cosas tan crueles. 

Amy: Si no quieres volver a verme...

Me levante, tomando un par de tijeras que estaban en la mesita de noche, acercándome a donde el muñeco de Sonic que yo misma había hecho con mis propias manos. 

Amy: Pues bien, yo tampoco tengo deseos de volverte a ver.

Con impotencia y rabia, corte el cuello del muñeco, dejando que la cabeza se desprendiera y cayera frente a mis pies, rodando unos pocos centímetros lejos de mí.

Continuara...